sábado, 27 de octubre de 2007

Santiago y Valparaíso

Una vez creado un pequeño debate en el anterior post (gracias por los comentarios) vuelvo a la normalidad y os voy a contar mis últimos días en Sudamérica que transcurrieron entre Santiago (de Chile) y Valparaíso.

Santiago es una ciudad enorme (unos 7 millones de habitantes) pero, al igual que os comenté con Buenos Aires, muy a la europea y sin mucha personalidad. Es sorprendente que una ciudad tan grande tenga tan poca cosa interesante para un turista. Me había comentado ya mucha gente que con dos días me llegaba y sobraba para conocerla, y así fue, he estado 3 días y han sido suficientes. Aún así tiene lugares recomendables y todos a poca distancia entre sí por lo que se mueve uno caminando de una manera fácil porque es muy llana.

En el centro se puede encontrar uno con el Palacio de la Moneda, la antigua casa presidencial, o con la Plaza de Armas, donde hay un enorme bullicio de gente a todas horas con artistas, predicadores, charlatanes, vendedores,... te podrías pasar ahí todo un día sólo observando a la gente pasar y viendo los maravillosos edificios que rodean la plaza. También visité el museo de arte precolombino, donde se reconstruye, de forma muy interesante, la historia de América anterior a la llegada de los conquistadores. Luego está la parte moderna que es como la de cualquier otra ciudad, curioso es el edificio de Telefónica, que imita a un teléfono móvil.

En el Palacio de la Moneda observé algo digno de contar. Coincidí con el cambio de guardia del Palacio por casualidad y allí me quedé como un turista más, observando las maniobras militares acompañadas de una orquesta militar. En medio de la ceremonia la orquesta empezó a tocar ciertos "clásicos populares" cuando de repente entona las notas de "We are the world, we are the children..." pero ¿cómo se atreven? ¿aún pretenden convencernos que la misión del ejército es salvar a los niñitos del hambre? Y a todo esto el ejército chileno, con un pasado de lo más "limpio" y aún con cierto tufo pinochetista,... lo único que me quedó fue descojonarme de risa, ¿qué otra cosa podía hacer?



Lo que más me gustó de la ciudad fueron los Cerros Santa Cristobal y Santa Lucía. Desde el primero, al que se sube en funicular, se tiene una perspectiva alucinante de la ciudad, que parece que no acaba nunca, ¡¡¡es enorme!!! y está coronado por la estatua de la Virgen, muy a lo Corcovado de Río, incluso ambos de un estilo similar.






Por otro lado, el cerro Santa Lucía no es tan alto pero también tiene unas buenas vistas de la ciudad, pero más cercanas que las de Santa Cristobal. Está muy bonito y me recordó un poco al Parque Güell de Barna, salvando las distancias, claro. Desde ambos cerros pude ver dos puestas de sol maravillosas, que podéis ver en las fotos.












Algo curioso es que aquí la mayoría de los estudiantes preuniversitarios van de uniforme por lo que las calles están llenas de ellos, pero más curioso todavía es que tienen prohibida la entrada a muchos lugares, como tiendas o a los cerros que os comenté antes. Es una ley un poco estúpida porque no tienen prohibidas esas mismas cosas si van vestidos de calle, es decir, no restringe por edad,que aún tendría algo de lógica (o ninguna) o en horario escolar sino sólo si van de uniforme (¿¿¿¿????), es decir, van a su casa, se cambian y ya pueden saltarse la norma.


(vídeo añadido al finalizar el viaje)

Dejando Santiago llegué a Valparaíso a pasar un par de días. Me recibió una ciudad con un puerto muy importante que ocupa todo su litoral, muy caótica, llena de cuestas,... ¿os suena de algo? Creo que es innegable decir que lo de la foto parece un calco de Vigo, no? Eso sí, Valpa tiene ascensores para evitar las cuestas, una especie de funiculares que por un módico precio te ahorran unos cuantos sudores (a lo mejor nuestro alcalde copia la idea para un nuevo proyecto "virtual", jeje)















Esta ciudad sí que está llena de encanto y de personalidad, ¿qué hay que hacer en Valparaíso? pues callejear, callejear y callejear, perdiéndose en cada momento entre callejuelas, pasadizos, callejones sin salida. Se van descubriendo sitios perdidos alucinantes en los que no se puede parar de sacar fotos













Además, es una ciudad con un toque muy bohemio y con gran agitación cultural. De hecho aquí vivió mucho tiempo Pablo Neruda y muchos otros artistas que la conviertieron en el Montmartre chileno. Yo, dejándome influír por este ambiente cultureta me fuí a un centro cultural en el que había un ciclo de Fellini para ver "Amarcord" (alias "chupa, chupa, no soples" jajaj)












Y con esto me despido de Sudamérica. He llegado al ecuador de mi viaje y ahora me adentro en la parte más desconocida y exótica de mi itinerario (cómo me apetece), mañana vuelo a Isla de Pascua para luego ir a Tahití, Nueva Zelanda (mi sueño viajero de siempre) y Australia. Espero que las cosas me vayan igual o mejor que hasta ahora, ya sería todo un logro!!!!

Besos y abrazos a tod@s

Javier

PD: en cuanto llegué a Santiago con el calor me empezó a picar la barba, así que hubo que deshacerse de ella pero por hacer un poco el conas (y porque no se me ocurrió otra cosa mejor que hacer) me dejé la perilla, así que ahí tenéis mi nuevo look de intelectual jajajaj

miércoles, 24 de octubre de 2007

Reflexiones viajeras

Hoy os voy a sorprender. En vez de una crónica de mi viaje os voy a contar una cosa que me ha sorprendido mucho de este viaje y no consigo saber la causa de que suceda. Ya veis, estas cosas surgen cuando se tiene tanto tiempo para pensar y mover el intelecto.

Estoy a punto de dejar Sudamérica y en estos dos meses he conocido muchísima gente interesante y que está haciendo viajes de lo más extraordinarios, hay veces incluso que me da "vergüenza" contar el mío porque se queda muy atrás. Sobre todo me he encontrado gente jóven que se dedica a conocer Sudamérica por unos cuantos meses y no hablo de uno o dos meses, sino de medio año o un año completo, una pasada.

Después de conocer a mucha gente de este tipo he de reconocer que lo que más me ha sorprendido son sus países de orígen. Son todo gente joven del norte de Europa: Inglaterra, Dinamarca, Alemania, Suiza,... o Australia o USA, pero es que TODOS son de esos lugares. No me he cruzado con nadie de España, ni de Italia, ni de Francia, y cuando digo NADIE quiere decir NADIE... y ahí viene mi pregunta ¿por qué no hay gente de estos países que haga este tipo de viajes? Después de dos meses creo que ya no se puede considerar una coincidencia y, aunque haberlos haylos yo no me he cruzado con NINGUNO.

A mi pregunta una chica danesa me contestó que porque en estos países lo tenemos todo y vivimos muy bien, ¿creéis que es verdad eso? A mí no me convenció demasiado. Pensando en las posibles causas, se me han ocurrido muchas pero creo que no me aclaran totalmente las dudas.

Lo primero que estaréis pensando todos (y yo lo hice también) es el dinero, estos países tienen más poder adquisitivo y por eso se lo pueden permitir. Después de pensarlo un poco lo descarté (aunque algo de influencia tenga). La mayoría de esta gente hace viajes de lo más económico, una vez pagado el billete de avión, duermen en albergues en dormitorios compartidos, los albergues suelen tener cocinas para preparar sus propias comidas y recortar gastos, recorren largas distancias en autobus y no en avión,... y la vida en Sudamérica es bastante barata para cualquier europeo. Probablemente gasten en dos meses lo mismo que cualquiera en España en una semana de vacaciones. Así que los gastos no son tan grandes si uno se propone no estar rodeado de lujos. Conste que yo no voy en este plan de viaje y voy como "mochilero con más dinero del habitual".


La pregunta es entonces, ¿de dónde sacan el dinero? Suele ser gente con veintitantos años y con estudios universitarios que llevan años trabajando y ahorrando para el viaje, o incluso ayudados económicamente por los padres.

En todos estos países la gente trabaja los veranos y mientras estudia para sacarse su dinero y, sobre todo,para poder independizarse de sus padres. Una alemana me comentó que cuando su novio español de 26 años le dijo que vivía con sus padres ella alucinó, ¿y no te da vergüenza que a tu edad tu madre te siga lavando la ropa? Me comentó que en Alemania se busca cualquier tipo de trabajo con tal de independizarse, que alguién de esa edad viviendo con sus padres sería un "bicho raro", vamos, igualito que en España. Igual que para independizarse pues si tienen el sueño de viajar de este modo también se sacrifican para lograrlo, por mucho que les cueste.

Y luego también está lo de la ayuda paterna. Parecería de locos decir eso de que los padres le paguen un viaje así a su hijo/a pero ¿cuánto se gasta la gente en enviar a sus hijos a un Erasmus? y supongo que nadie se atreverá a convencerme de los beneficios académicos de esto, no? Me diréis que es más la experiencia, el conocer gente de otros países,... pues os puedo decir que este tipo de viajes superan con creces esta experiencia y sirven de gran aprendizaje.


Y ahí creo que viene el factor más importante. En España se viaja mucho pero con el fin de descansar del trabajo, como vacaciones,... En los países que os comento, además se tiene otra concepción añadida del viajar como experiencia de formación y crecimiento personal. Las empresas ven como muy positivo que en el CV se ponga que se han hecho este tipo de viajes, pues lo consideran más importantes para conocer a sus futuros empleados que si han hecho millones de cursos "estúpidos", incluso en países como Australia el propio gobierno ofrece becas para este viajes y en Nueva Zelanda es raro que una empresa importante contrate a alguién jóven que no haya hecho un viaje de este tipo porque sabe que pronto se le irá para realizarlo. Además, en estos países las empresas dan muchas más facilidades para poder coger ciertos descansos sabáticos de sus empleados.

Esto en España no pasa. Si le pides a tu jefe un año sabático (a no ser que seas funcionario) lo que te dará es una patada en el culo. Tengo la experiencia de haberle dicho a mucha gente sobre mi viaje y todo el mundo dice "qué maravilla", "qué pasada" pero en la cara se le ve (o te lo dicen directamente) que está pensando "este tío está loco", "cuatro meses solo por ahí, debe de ser un solitario", "con el buen trabajo que tenía y lo deja, qué locura",... creo que no es necesario que siga con más ejemplos.

Y por mucho que la gente piense "este tío debe de ser millonario" yo siempre digo lo mismo "es más complicado conseguir el tiempo que el dinero" y más por factores como los que os he nombrado antes.

Espero vuestros comentarios sobre esta "paja mental" y si creéis que tengo razón o se os ocurren otras causas posibles. De verdad que por mucho que me hago esta pregunta no consigo una respuesta que me satisfaga 100%

Besos y abrazos a tod@s y perdonar por este rollo que os he soltado

Javier

domingo, 21 de octubre de 2007

Al mal tiempo.. buena cara


(vídeo añadido al finalizar el viaje)


Una vez llegué a tierra a Puerto Montt, ciudad fea donde las haya, me trasladé a Puerto Varas, a 20 Km, mucho más bonita y al borde de un lago. Decir que esta parte de Chile a la que llegué es la llamada Región de los Lagos, análoga a la zona de Bariloche en Argentina, que ya os comenté, y que está al otro lado de los Andes.

Al día siguiente me fuí a una excursión en la que había un tramo en autobús y otro en barco para llegar a Peulla, un pueblo diminuto (unos 100 habitantes) en el medio de la cordillera de los Andes. La excursión prometía pero ¿qué pasó?¿os lo imagináis?¡¡El maldito tiempo!! Día horrible donde los haya. Todo muy bonito pero pudo ser mejor sin lluvia y niebla, que fueron las protagonistas.



En Peulla había varias actividades posibles y me anoté a un deporte que no había hecho nunca, el Canoping o Arborismo, que viene a ser convertirte en una especie de Tarzán del siglo XXI. Se pasa a través de tirolina por una serie de plataformas puestas en los árboles, de forma que vas de lo alto de un árbol a otro. Una bonita experiencia la de sentirte en medio del bosque a unos cuantos metros de altura, sumado a la adrenalina de andar colgado y deslizarte con cierta velocidad.
















La experiencia del canoping y la gente que conocí salvó el día. Allí compartí parte del día con Charles y Pedro, dos brasileiros de Sao Louis (¿os acordáis de los Lensos Maranhenses?), y luego conocimos a un grupo de chicos de un instituto de Santiago que estaban de excursión de una semana porque habían ganado un programa de TV (algunos de ellos en la foto). Nos reímos bastante juntos y me dieron unas buenas clases de chileno. Tienen muchas palabras propias, ejemplos: carrete (fiesta), pololo/a (novio/a), al tiro (en seguida),... y podría seguir y seguir,... podréis adivinar sin dificultad la temática de la mayoría de las palabras, teniendo en cuenta que tenían 16 y 17 años. Algunos de ellos decían que sabían muchos de nuestras expresiones porque las pelis porno siempre estaban dobladas al castellano y no al chileno, jajajajaj. Pues anda que con la cantidad de conversación de estas pelis habrán aprendido bien cómo nos expresamos. Chavales, a lo mejor nos vemos por Santiago esta semana.











Al día siguiente salió el sol (aleluya!!!) y decidí alquilar un coche por el resto de días de la zona pues pienso que es una zona en que se gana mucho teniendo vehículo propio. Ese día me recorrí todo el perímetro del lago Llanquihue que es el que está a orillas de Puerto Varas, una excursión preciosa, llena de prados verdes, volcanes bordeando el lago, muchas vacas,...Siempre me ha gustado coger el coche y perderme por carreteras secundarias sin saber muy bien donde voy y disfrutando del paisaje. Este fue un sitio propicio para ello.

















Planifico viajar al norte a Pucón, un pueblo en las laderas del volcán Villarrica, a 3 horas y media de Puerto Varas. La intención es ascender al cráter del volcán, un trekking de 5 o 6 horas (quién me ha visto y quién me ve) para llegar a la cumbre para ver, además del paisaje, la lava corretear pues el cráter está activo. Contrato la excursión al llegar para la mañana siguiente, me levanto a las 6 y media de la mañana y ¿qué pasó? Lloviendo!!! Ascenso al volcán cancelado!! y el día anterior un sol abrasador!! Mi gozo en un pozo, con las ganas que tenía!!! Así que de vuelta al sur. Al final, muchas horas de carretera tiradas para nada hasta Pucón y, aún encima, ciertos problemas de salud, pero nada que una dosis de Fortasec no pudiese taponar.

Así que me dirigí a la isla de Chiloé, la segunda más grande de Sudamérica después de Tierra del Fuego, y totalmente diferente al resto de Chile, a la que se accede en ferry. Esta isla tiene un encanto especial, una gastronomía propia, folclore propio,... y unos paisajes espectaculares, además de tener siempre las nubes encima, aunque aquí no me lloviese mucho. La verdad es que me entró algo de morriña pues me recordó a "Miña terra galega, donde el cielo es siempre gris" (que dirían Siniestro)















El pueblo más importante es Castro, que no tiene gran cosa a no ser por los palafitos, esas casas que veis en la foto que reposan sobre pilotes de madera sobre el agua. En Chonchi (qué nombre más cursi) un pueblo pesquero me sucedió algo curioso, pues el camarero de un restaurante me preguntó si era gallego y yo me quedé sorprendidísimo de que acertase. Me dijo que allí estaban llegando mucha empresa gallega para el cultivo de mejillones (choritos que le llaman ellos) y que por eso reconocía nuestro acento.





En otra islita pequeñita (30 km2 o así)del archipiélago estaba hablando con una lugareña y le pregunté si no se le hacía pequeño vivir en una isla de ese tamaño y me contestó que la isla era muy grande, ¡¡¡que tenía siete capillas!!! Ante esta nueva medida de longitud yo le dije "Claro, por supuesto, es más grande de lo que creía". Diferentes varas de medir las cosas.










En Chile es curioso que en las carreteras cualquier pequeño puente, cualquier paso a nivel, cualquier cosa tiene su nombre, pero a veces, ante la falta de inventiva suceden cosas como las de la foto.

Otra costumbre de aquí es dar factura para todo, cualquier cosa que compres, por pequeño que sea te dan una factura enorme. Me pasó que en una tienda, después de comprar dos imanes para la nevera (mi souvenir favorito) le dije a la señora que no quería la factura, que la tirase y me contestó que debía guardarla no fuese que un policía me parase por la calle (¿¿¿???). Queda claro que en cuanto salí por la puerta lo tiré a una papelera.

Mañana vuelo a Santiago de Chile para estar allí cinco días. Ya os contaré

Besos y abrazos a tod@s

Javier

PD: Abuela, no protestes mucho por la barba, que te conozco jajajaj

jueves, 18 de octubre de 2007

Lecturas para una vuelta al mundo

La finalidad de este blog es ser una especie de diario de mi viaje que sirva para que sepáis todos cómo me va y para yo recordar en el futuro toda mi aventura. Intento contar las experiencias y sensaciones de una manera personal y no poner mucho rollo ya que para eso hay miles de guías de viaje o el mismo google te da cualquier tipo de información.

Los mayores compañeros de mi viaje han sido y seguirán siendo los libros, que ayudan a pasar las horas muertas en las que está uno solo, por lo que en diferentes capítulos iré contando los libros que estoy leyendo. Entiendo que, a lo mejor, no os interesa mucho pero también es una parte importante de esta aventura.

Como ya sabéis, comencé el viaje con "100 Años de Soledad" de García Márquez. La verdad es que pensé bastante con qué libro empezar, lo consideraba simbólico y creo que no me equivoqué. A este libro también se le podría llamar EL LIBRO, qué maravilla, lo tiene todo y te engancha desde un principio la vida de Macondo y la familia Buendía. Lo había leído hace años pero valió la pena repetir. Por cierto, Macondo siempre será el nombre perfecto para un bar (Polo, esta idea creo que te la he copiado) y como no conozco ninguno que se llame así (alguno habrá) el bar perfecto aún no se ha abierto.





Me encontré en Brasil con la anterior novela terminada y tuve que escoger algo en portugués. Decidí a Saramago, un autor que me encanta, pero sin ser una de sus novelas de "mover el coco" porque eso sumado al portugués se me haría muy pesado, así que escogí "As minhas pequenas memorias", que son las memorias del autor durante su infancia. No me chifló pero vale la pena leerlo para comprobar cómo una persona como Saramago con una infancia tan dura y en medio de la pobreza puede llegar a obtener un galardón como el Premio Nobel de Literatura. Cualquiera puede conseguir los que se propone.





No estaba mal, dos libros de dos Premios Nobel, no se podía bajar el nivel, así que en cuanto mi madre acabó "El libro de las ilusiones" de Paul Auster se lo cogí. Creo que es el mejor libro que he leído de él, uno de mis autores contemporaneos preferidos. Es una coincidencia que tanto esta novela como "100 años de soledad" tienen un final muy parecido e inesperado para el lector(¿será una influencia Gabo para Auster?), y a su vez muy relacionado con unas memorias (como el de Saramago), ¿simple coincidencia?)




En Calafate volví a no tener lectura. Visita a una librería y ojeando entre las colecciones de bolsillo (hay que economizar peso y espacio) me encontré con dos libros clásicos que siempre había querido leer; "La insoportable levedad del ser" de Milan Kundera y "El Nombre de la Rosa" de Umberto Eco.

Del primero había escuchado cosas buenas y siempre me ha atraído el título del libro, me parece precioso. El libro es una mezcla de todo un poco; filosofía, sexo, celos, relaciones personales,... Lo recomiendo, pero hay que tener la cabeza clara, es decir, no es un "Código Da Vinci" de la vida.

Y ahora estoy leyendo la novela más popular de Umberto Eco ¡¡¡He caído en el mundo del best seller!!! Pero por lo que llevo leído parece un libro de calidad, además de engancharte de principio a fin las aventuras de un monasterio y los asesinatos que allí ocurren. Eso sí, no puedo quitarme de la cabeza a Sean Connery como personaje principal, cosas de ver la peli antes que el libro.

Así que esa es mi vida de lector hasta ahora. Se admiten sugerencias para el futuro.

Besos y abrazos a tod@s

Javier

martes, 16 de octubre de 2007

Patagonia Chilena

Una vez dejada atrás Argentina y tras 6 horas de trayecto en bus llegué a Puerto Natales, en Chile. Así como Calafate era el pueblo donde dormir para visitar los glaciares, pero sin ningún interés, pues Puerto Natales tampoco tiene un gran atractivo pero se trata del lugar de entrada al Parque de las Torres del Paine.





Este parque es, sobre todo, apreciado por los montañeros debido a sus magníficos circuitos de trekking y escalada. Yo, como no tenía ni mucho tiempo ni soy un gran montañero, simplemente realicé una excursión de un día que nos rodeaba todo el parque, de manera que se disfrutaba de paisajes maravillosos.















Allí volví a ver icebergs y un glaciar, un paisaje de montaña espectacular y algún animal extraño para nosotros, como puedes ser el guanaco (en la foto) o varios cóndores, que con las alas desplegadas llegan a tener una envergadura de unos tres metros (casi nada)






La verdad es que el parque es espectacular, supongo que el trekking por él aún más, pero a mí me supo a muy poco. Tenía aún muy reciente en la retina el espectáculo de los glaciares, por lo que no me sorprendió demasiado, además de que el clima no favoreció tampoco mucho. Si hubiese visto antes esto que los glaciares estoy seguro que mi opinión sería diferente.





Esa misma noche embarqué en el barco que me llevaría durante 4 días por la Patagonia Chilena entre canales e islas e incluso un tramo por el océano abierto. La región que recorre el barco es espectacular, sobre todo el primer tramo, más al sur de Chile, donde los canales son más estrechos, para luego ir unas doce horas por el océano paralelo a la costa y luego adentrarse de nuevo entre islas y canales. En total recorrimos unos 1.200 km de trayecto desde Puerto Natales a Puerto Montt.





El barco es un carguero, llamado Magallanes, que tiene habilitado parte de él para el transporte de pasajeros por lo que no os imaginéis un crucero al uso. Las comodidades las justas, aunque el precio era bastante caro, a pesar de tener descuento por estudiante (esto de ser universitario en la UOC para algo tenía que servir, no?)




Lo que podría haber sido un maravilloso trayecto no lo fue tanto debido al mal tiempo que tuvimos, que hizo que practicamente no pudiésemos salir a cubierta. El barco no se movió mucho, no había mucho mar, pero abundó la niebla y estuvo nublado todos los días acompañado de lluvia de forma que no pudimos disfrutar de los paisajes, ni de las puestas de sol, ni contemplar el firmamento por la noche, que en estos lugares donde no hay contaminación lumínica suele ser un espectáculo. Vamos, que lo que más me apetecía del viaje no se cumplió.










Al final fueron cuatro días sin nada que hacer, leyendo, comiendo y durmiendo mucho, que tampoco viene mal en un viaje de este tipo. La mayor sorpresa de todo el viaje fue cuando vimos una ballena navegando paralela al barco, menudo bicho!!! Sólo le vimos el lomo y cómo respiraba pero con eso bastó. Fué sólo un minuto y debido a eso no me dio tiempo a tener la cámara preparada.



Para mí lo más positivo fue que me trajo grandes recuerdos de mi infancia cuando mi padre estaba embarcado y yo iba con él en verano un par de semanitas en el barco. Esto fue hace cosa de quince o veinte años (joder, que mayor soy) y siempre me lo pasaba muy bien, por lo que fue una grata sorpresa recordar aquellos días.




Ahora estoy en la zona de los lagos de la Patagonia chilena, pasaré aquí 5 días para luego volar a Santiago de Chile. Os seguiré contando (y muchas gracias por todos los comentarios).

Besos y abrazos a tod@s

Javier

PD: Si a alguien le hace ilusión recibir alguna postal que me envié su dirección al mail o me lo ponga en un comentario y me diga de qué lugar, de los que me quedan, quiere recibirla.