Isla de Pascua (II)

Aquí estoy a punto de dejar con mucha pena la isla de Pascua y contaros mis últimas aventuras en "la isla más isla" del mundo. En el día de todos los santos tuve una experiencia que fue muy bonita, fui por la tarde a la Misa de Difuntos en el cementerio del que ya os puse una foto al borde del mar y con la puesta de sol de fondo (no hay fotos, me pareció un poco irrespetuoso). Fue una "experiencia religiosa" (que diría cierto "cantante", aghhhh!!!) con todos los cánticos en Rapa Nui y todo el pueblo allí reunido. A ver si va a ser que me voy a convertir a la religión en Isla de Pascua, jajaja.


Al día siguiente me fui en otra excursión organizada y visitamos los 7 guerreros, que son los únicos moais que ven hacia el mar, ¿por qué? tenían enfrente la aldea para proteger a su gente y están mirando hacia las islas Marquesas que era su "hogar", pues se dice que representan a los 7 guerreros que navegaron y llegaron por primera vez a la isla provenientes de la Polinesia.




Deciros que todos los moais que están de pie han sido restaurados porque después de unas guerras tribales en la isla se tumbaron todos por lo que a lo largo de este siglo se han ido restaurando poco a poco y levantándose, como estaban en su origen. Después de estas guerras el culto a los moais desapareció y apareció el culto al hombre pájaro.





¿Habéis visto la peli Rapa Nui? Pues cuenta esta historia, cada aspirante a rey de la isla tenía un guerrero encargado de descender el precipicio de 300 metros (estoy en la parte de arriba), nadar hasta la isla del fondo, coger un huevo de un ave y traerlo de nuevo a la cumbre sin que se rompiese. El que ganaba la competición reinaba por un año. Vamos, nada comparado con cualquier atleta de hoy en día.




Esto ocurría todo en la aldea de Osorno, al lado del volcán que veis en las fotos, espectacular el cráter y las vistas. También en la aldea hay unos petroglifos representando al hombre-pájaro. La realidad es que hay que decir que toda la isla es un museo al aire libre, pues empiezas a caminar y encuentras ruinas y petroglifos por todos los lados.













Otro día volví a ir a otro espectáculo de baile y música porque el primero me había encantado y había que comparar con este, que era el otro bueno. Muy divertido, sobre todo cuando me sacaron a bailar en los dos espectáculos (debo de ser un blanco fácil) y hacer el ridículo en el escenario, yo que soy como un "pato mareado" cuando bailo, y más con unas bailarinas que mueven las caderas a una velocidad que ni Shakira (y no es exageración).











Y en el clásico apartado de la gente que he conocido le toca el turno a Mishami, una chica japonesa, residente en USA, con la que compartí varias excursiones, que se conoce medio mundo y que entre otras cosas vivió 6 meses en España para perfeccionar su técnica de la guitarra flamenca (ya conocéis lo que les gusta esta música a los nipones). Y también darle las gracias y un fuerte abrazo a Mariana, la persona que lleva el hotel donde estuve (Chez Cecilia) y que me trató como a su hijo, cosa que no es fácil encontrar hoy en día.






Os dejo con varias de las puestas de sol de estos últimos días, de lo mejor de la isla.















Así que me despido de Isla de Pascua muy a mi pesar. En un principio parecía que una semana iba a ser mucho pero la he disfrutado muchísimo; todos los moais, la tranquilidad y paz que se respira y, sobre todo, la gente que he conocido. Fue curioso que el otro día iba caminando por la calle principal y me saludaron 4 o 5 personas de la Isla en 100 metros y eso no me sucede ni en casa. Son muy buena gente. Asi que, aunque no me gusta repetir destinos de viajes, apunto a la lista lo de volver a la isla en Febrero cuando se celebran las fiestas de la isla que me han dicho que son espectaculares y donde se reviven muchos de los ritos antiguos rapa nuis

Besos y abrazos a tod@s

Javier

PD: Mónica, muchas gracias por tu comentario en el post de los libros, me ha parecido muy entrañable y nunca pensé que con mi humilde blog fuese a ayudar a alguién a tomar la decisión de lanzarse a un viaje. Un beso y ánimo.